Me encuentro
sentado frente a una gran piedra y en el mar veo peces que se parecen a mí. Trato
de acercarme pero ellos ven la caña de pescar oculta en mis manos y se aasustan
y se alejan pero se quedan obervandome: saben que le tengo meido a meterme y
que me lleve la corriente. Entonces me acuesto sobre la arena y me hago el
muerto. Le pregunto a todos y cada uno de los peces si no quieren ser mi
comida. Hablo solo, no sé si ellos me escuchan o no. oigo las burbujitas. Miro
de reojo y por sus gestos adivino que se preguntan cosas. Me acerco. Dejé la
caña .de pescar en la arena. Sin darme cuenta casi estoy en el agua y se va
poniendo tibiesita mientras más me sumerjo. Ellos parece que ahora no me temen.
Me observan y los observo. Uno se me acerca. Me dice al oído algo que no
entiendo. Me doy vuelta para irme cuando desde el agua veo una silueta: alguien
se acerca y creo que esconde una caña.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario