miércoles, 8 de julio de 2020

feria americana


Voy contra la pared. Se me ha visto (a Vos también) sobrevolar en bicicleta este mar donde las olas son de gente, que trae en sus vertientes sinuosas una historia muy lejana que creemos que se descifra cuando dejamos de buscarla, porque las palabras son muchas veces como grandes redes agujereadas que sólo cazan aguavivas. Siempre imaginé el futuro como prendas de vestir que quiero comprar pero que tal vez no usaría y quizás por eso siempre me gasto la plata en otras cosas. Hubo prendas de vestir que parecían hechas para mí y si embargo no compré. El destino se parece a todas las prendas que hay en mi placard, (o puede haber). Las ferias americanas están llenas de gente, de sus destinos perdidos u olvidados que uno resignifica, vuelve a encauzar.

la sortija


Quería escribir algo que se pareciese a caminar por la orilla de la muerte, mojarse los pies con su agua fría, para recordar la belleza del calor. Un texto que no tenga principio ni fin pero que tampoco se pierda en incongruencias, en vueltas, o si da vueltas que sean como estar en una calecita, como es la vida! Si la vida es una calesita, entonces, qué es la muerte? Una calesita apagada y desolada? Eso sigue siendo una calesita… la muerte sería más… una escalera mecánica? En el fondo de mi ser hay un niño ansioso que espera que la calesita de la vuelta para agarar la sortija, pero que se entretiene más viendo los movimientos habilidosos del señor que mueve la sortija, casi imposible de agarrar.