“Nada es
gratis en la vida,”
Me dijo un
soldado muerto
“Pero podés
comerte mis restos si querés
Porque yo
ya pagué por todo
El día que
dejaron de llegarme cartas de mi novia
Creí que
podía seguir leyendo palabras suyas
No me bastó
con releerlas, así que las corté en pedazos
E hice
collages
Imaginando que
eran nuevas cartas
Pero así lo
que antes fue profundo y significante, aunque eran las mismas palabras, se
tornó primero poco y luego por completo insignificante e insulso.
Lo último
que se pierde no es la esperanza, sino el gusto.
la
esperanza la perdí el día que me enviaron a la guerra, sabía que sería el peor
soldado, pero creí que disfrutaría
mis manos
haciendo contacto con las armas
mis
compañeros, auténticos pares como nunca tuve, todos sin otra opción que
aguantar
sin verdad
ni mentira, solo acción
pero ese
placer me duró lo que los bombones que no sé cómo logró hacerme pasar mi madre.
Enseguida,
rendido como estaba desde un principio, comencé a odiar sus esperanzas, su
empecinamiento en una batalla sin sentido
Solamente la
llegada de las cartas de Estela me aligeraban los pasos, con sus promesas
imposibles de volvernos a rendir en un abrazo infinito
Quizás el
hecho de no haber recibido más cartas de su parte fuese alentado por la
ausencia de respuesta por parte mía. O Quiz´s haya conocido a otro hombre o
hasta estuviera muerta de uno de sus persistentes ataques de asma. aunque yo sí
le escribía cartas, las cartas más apasionadas que pude y las arrojaba en
aquellas ráfagas salvajes de viento, dobladas en forma de avioncitos, de esos
que me enseñaron a hacer en la escuela y en los que siempre fui un experto.
No sé por
qué fui a la guerra. Yo bien podría haberles dicho que era homosexual o haberme
hecho pasar por loco como hizo mi tío. Pero la guerra es tán necesaria en la
vida como el amor y si uno deja de querer luchar por luchar, para defender su
locura innata, su única opción es encomendarse a la gran guerra alimentada sin
más sentido que la codicia ajena. Por eso, lobo, debora mis restos y aúyale a
la luna con todas tus fuerzas
Y no titubees más en comer carne, aunque tengas que probar un poco de la tuya, o vivirás el
resto de tu vida a base de alimento balanceado."